Publisher's Synopsis
Desde la niñez los padres te inculcan estudiar para tener un buen trabajo. Era una presión constante el tener que hacerlo sin saber qué es lo que a ti te gustaba o con qué soñabas ser de grande, ya que esos sueños que tenías de pequeño no eran los mismos que tanto tus padres como tú tenían en el presente.
Pasan los años y te dedicas a diferentes actividades tratando solo tanto de complacer a otros o solo porque tienes que hacerlo pero sin un propósito. Empezó un camino que a lo mejor no buscaste.
Como ejemplo: el iniciar en la tiendita de la esquina de tu casa, el estar vendiendo ropa, ya sea en una boutique como en un tianguis, por necesidad, por tener corta edad, por apoyar a tu familia o solo porque ya tenías edad de trabajar. Muchas veces los padres eso mencionaban: ¡Ya tienes edad para trabajar! ¡Yo empecé a los doce, tú también puedes iniciar para que aprendas a hacer algo! Con esas palabras de motivación, ¿qué más hacías? solo quedaba obedecer, intercalando entre el trabajo y el estudio, buscando mejores oportunidades.
Tener mejor paga y experiencia era una motivación, aunque no supieras qué camino era el mejor. Pasa de la misma manera cuando estás en la universidad, escoges una carrera solo porque paga bien, porque es de moda, pero lo curioso es que cuando no es para ti siempre terminas en algo opuesto a lo que estudiaste, por eso la mayoría opta por tomar un nuevo camino y empezar de cero su búsqueda.
Todos los trabajos son respetados y valorados, cada uno lleva a tener diferente conocimiento y experiencia, el ser vendedor, el trabajo de oficina, fábrica, tienda, cargador, limpiador, mesero, cada uno, a pesar de no ser lo que uno pueda estar buscando, te da el aprendizaje para llegar a eso que tanto deseas.
Quizás no recuerdes qué te hacía feliz, o con qué soñabas, porque lo curioso es que uno está ocupado en otras cosas, ya sea por necesidad, por estar al día, pero debemos vivir el momento o situación, o quizás la juventud, disfrutar de cada una de esas etapas que jamás volverán.
Hay veces que nadie sabe lo que quiere o qué busca, solo siente ese vacío a pesar de tener dinero, estudios, un matrimonio estable, les falta algo... y a los que no tienen eso, siguen buscando y preguntándose "¿Dios, por qué estoy aquí, a qué me trajiste a esta vida?, no encuentro mi propósito. Dios trabaja de muchas maneras, no como las que te gustarían, pero Él te pone las herramientas y te prepara a pesar de las adversidades para que cuando llegues a ese momento estés listo.
Esta historia no solo se puede reflejar a una mujer sino también a los hombres, aunque ellos no expresen su miedo e inseguridades como nosotras, no quiere decir que ellos están bien, ambos se pueden identificar con esta historia por que lo que uno siempre quiere es ser FELIZ. TU PASADO NO TE DEFINE COMO PERSONA, SOLO ES UN RECORDATORIO DE LAS EXPERIENCIAS APRENDIDAS.