Publisher's Synopsis
Los hijos son la proyección de nuestras vidas, del hogar. El cáliz sagrado en donde debemos depositar todo nuestro amor, cuidados, esperanzas, alegrías y agradecimientos al Creador que nos ha convertido en Co-creadores de la humanidad. También vienen con los hijos, muchos problemas, puesto que ellos son personas y como tales ingresan al mundo humano, pero no tienen la experiencia que necesitan para crecer, convivir, progresar. Ahí debemos estar los padres en primera instancia, en el diálogo, la paciencia, el tino sicológico, el amor y l a entrega. Ellos, los hijos son un eje fundamental en el hogar. Así mismo, muchas esperanzas, expectativas, ilusiones, alegrías, realizaciones. Recibir un hijo es algo inexplicable, es la obra de Dios sobre nosotros... El padre vela, solícito facilita los medios para el crecimiento, su desarrollo, provee los recursos. Es la fuerza moral del hogar. La madre es para el hijo y para el hogar el eje central, su leche materna es como un tesoro que no solo alimenta extraordinariamente el cuerpo, sino el alma, los sentimientos. De su torrente maravilloso fluye la entrega, el amor, el cuidado, la ternura, ...En sus brazos el niño está en la mejor escuela, allí aprende los conceptos de libertad, de vida saludable, de relación humana y allí inicia el camino de los sanos valores de vida.
En el hogar debe vivir y aprender a superar las dificultades personales, va adquiriendo los valores, se va adueñando de la vida con responsabilidad y firmeza.
Con el transcurrir de los dias, en menos tiempo de lo que uno piensa ese niño, niña, es un joven, un hombre, una mujer con capacidades para autodeterminarse y decide partir del hogar...Debemos estar preparados...Vienen los nietos, que son otro tesoro que llena nuestras vidas de mayores, a veces de ancianos, que irrigan el amor y la esperanza de toda una vida transcurrida..El objeto fundamental de nuestras vidas, la de los hijos y la de los nietos, es vivir felices...