Publisher's Synopsis
Excerpt from El Emperador de Méjico: Novela Histórica
Walter Scott Ofrece el triste espectáculo del Príncipe Car los Estuardo desvirtuando la conspiración que había de elevarle al tro - 4 no, por obstinarse en conservar a su lado a una querida traidora. El mismo autor presenta a la Reina Carolina concediendo su proteo ción a la, lugareña J eann1e_deans, porque ésta, con la mayor ingenuidad, soltó una puya a la favorita del Rey Jorge. (3) Zola en, Eugenio Ron gón, Daudet en El Nabab Vengamos al país.. 'j uan Antonio, Mateos dió publicidad a episodios y rasgos del Emperador Maximiliano, de_ la Emperatriz Carlota y de otras personas encumbradas, a renglón.seguido, de la catástrofe de Querétaro. No quiero continuar la rebusca, si bien pudiera traer a ria muchos otros casos en apoyo. De, ini alegación, que en es lo siguiente: aquello que ha, sido muy aplaudido previniendo de otras plumas, justo es que sea tolerado siquiera, al fluir de la mía; tanto más cuanto que pongo en la acción de la novela a la familia Iturbide, hace un siglo, con toda la estimación y todo el respeto que siempre han, merecido en el mundo civilizado, las virtuosas damas, los ínclitos héroes, los rectos eu cianos, los inocentes niños. El hacer mención del fervoroso galanteo del entonces Brigadier Santa Anna, a una de las princesas, no es caprichosa invención de novelista: prescindiendo de los vagos ecos, llegados hasta nuestros días, de la crónica social, de aquellos tiempos, puede citarse una biografía. Del famoso General, publicada primero en El Norte americano y. Después en un folletd impreso en 1857 por Don Vicente García Torres en las prensas de El Monitor, biografía en que se refiere aquel. Episodio amoroso de tanta. Trascendencia para Méjico.
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