Publisher's Synopsis
Es común que ni los que sienten arrepentimiento ni los que confiesan sus faltas ni aun los que las perdonan, queden satisfechos después de haber cumplido con los mandatos morales. Entonces la duda recae en el mentado poder purgatorio de cada uno de estos actos y en el de sus supuestas consecuencias benéficas para la vida psíquica o espiritual. La experiencia frustrante recomienda no volver a incurrir en tamaña ingenuidad. Sin embargo, la causa de estos desconciertos éticos se debe a la confusión que hay sobre los conceptos de arrepentimiento, confesión y perdón; y, por lo tanto, suelen usarse en forma errónea; y la errónea comprensión de sus significados es, muy probablemente, la razón de sus malos resultados