Publisher's Synopsis
Excerpt from Historia de Mexico, Vol. 3
Formadas de una sola camara, aunque estaba acordado se com pusiesen de dos, abrieron estas Cortes sus sesiones en el teatro de la isla de Leon, concurriendo ciento y dos diputados, de los cuales cincuenta y cuatro eran nombrados por las provincias de Galicia, Cataluna, Extremadura y Cadiz; diez y nueve suplentes elegidos en Cadiz por los naturales de las provincias ocupadas por los fran ceses; veintiocho, suplentes tambien, por America y Filipinas, noin brados de la misma manera que los de-espana, y nu' 'solo propieta rio americano, que lo era por la isla de Puerto Rico, de suerte que el numero de suplentes que era el de cuarenta y siete, casi iguala ba al de propietarios que eran cincuenta y cinco. Los diputados y suplentes espanoles eran en su mayor parte profesores de universi dades; eclesiasticos, y entre estos varios de los que eran tenidos en el clero espanol por jansenistas;_algunos magistrados y empleados, y no pocos jovenes formados con la lectura de los filosofos france ses del siglo anterior, y fuertemente impresionados con las ideas y principios de la revolucion de aquella nacion. Los suplentesameri' canos eran todos eclesiasticos y abogados, que se hallaban en Ma drid pretendiendo togas y canongias, o que las habian obtenido cuando se Verinco la irrupcion francesa_empleadi, s en los consejos y oficinas; 6 militares mucho tiempo hacia establecidos en sula. (2) Sucesivamente fueron presentandose otros diputados de las provincias de Espana segun fueron liuedando libres dexfrance ses, y llegaron tambien los nombrados por Nueva Espana, Guate mala, y varios del Peru, Santa Fe, Venezuela, las islas Antillas y Filipinas. About the Publisher Forgotten Books publishes hundreds of thousands of rare and classic books. Find more at www.forgottenbooks.com This book is a reproduction of an important historical work. Forgotten Books uses state-of-the-art technology to digitally reconstruct the work, preserving the original format whilst repairing imperfections present in the aged copy. In rare cases, an imperfection in the original, such as a blemish or missing page, may be replicated in our edition. We do, however, repair the vast majority of imperfections successfully; any imperfections that remain are intentionally left to preserve the state of such historical works.