Publisher's Synopsis
Muchas veces nos portamos necios y queremos cumplir con nuestras programaciones religiosas "lo que Dios unió, que no lo separé el hombre" y mantenemos cautivas a nuestras parejas porque creemos que así debe de ser, pero aquel que se queda por obligación termina resignándose y la resignación trae resentimiento y es este resentimiento el que abre las puertas de nuestras vidas de par en par, para dar paso a la desdicha y la infelicidad.La traición y el engaño duelen, obvio que sí, pero ese sufrimiento nos hace más fuertes, más capaces, más inteligentes, menos vulnerables y nos permite crecer y valorar a las personas que nos aman y que sí están dispuestas a compartir la vida con nosotros. La aceptación no busca venganza, la resignación si, uno elige el camino que quiere llevar y también pagará las consecuencias de su propia elección.