Publisher's Synopsis
El 25 de abril de 1915 una fuerza aliada formada por ingleses, franceses, coloniales, neozelandeses y australianos desembarcaban en las playas turcas de Gallípoli. Con ello, el Alto Mando aliado esperaba eliminar de un plumazo a un insignificante, pero molesto, enemigo.Sin embargo, el denostado ejército turco luchó con tal bravura y desprecio por la vida que supo mantener sus posiciones sin apenas ceder un palmo de la agreste y estéril tierra que solo a ellos importaba; convirtiendo, tras los primeros combates, a los atacantes en atacados y a los sitiadores en sitiados. El fracaso fue tal que los aliados no vieron otra salida al enquistado conflicto que una vergonzosa retirada a hurtadillas amparados en la noche.Esta es la historia de Andy Rowland, uno más de los trescientos mil soldados -la mayoría muy jóvenes- que se alistaron porque su país así se lo pedía y en defensa de unos valores y unas gentes que desconocían por completo. Andy Rowland nunca existió, pero pudo haber sido cualquier joven del ANZAC que luchara y sobreviviera, que cayera en un asalto a la bayoneta entre las zarzas y roquedales de Gallípoli o víctima del proyectil de un francotirador; o que, tras casi cuatro años de ininterrumpido servicio en multitud de frentes, volviera a su país marcado y transformado. Convertido en un hombre muerto por dentro.Todos aquellos jóvenes fueron los protagonistas de historias y vivencias desgarradoras y, desde entonces, la campaña de Gallípoli siempre permanecerá en la memoria del ANZAC como su más inútil, cruel y glorioso bautismo de fuego.