Publisher's Synopsis
En los senderos de cada poema, César Curiel, nos deja paraísos inusitados de desamparo, o algunos paisajes de intensa sordidez, como el llanto que se convierte en fervor, o la desdicha que golpea las quejas. Hay, pues, cierta omnipresencia del dolor, cierta lluvia que deforma el paisaje, cierto aire de contenida tristeza que de pronto, captura la orfandad y lo inefable de la experiencia humana a través del lenguaje. Y el poeta nos lo dice: Que difícil es confiar en la boca clandestina/ en la mirada ciega de la puerta tras el portazo/ inesperado de cada huida. Con la poesía de César Curiel, también somos testigos de ese paraíso fenecido, o de la nostalgia que nos auspicia el tiempo. Es innegable en el poemario que nos ocupa advertir el doble sentido del paisaje como proyección de los estados anímicos y a su vez objeto de un proceso de intelectualización, donde el mundo físico es ilusoria fantasía de la mente (Millares, S).
André Cruchaga.