Publisher's Synopsis
El año 2016 será conocido por los miembros del viejo orden mundial como el año de la hecatombe.Sus derrotas en países del primer mundo eran totalmente inesperadas, sus asesores les tenían convencidos de que las masas se encontraban enajenadas a su favor y a solo ocho años de causar el caos que les permitiría declarar la necesidad de establecer el gobierno mundial; los pueblos se revelan y en las urnas conscientes de sus raíces, valores y nacionalismo les niegan el derecho a continuar gobernando.Sin duda la corrupción dentro de sus filas los conduce a perder dos de los gobiernos más influyentes en la geopolítica, el Reino Unido y los Estados Unidos.Su dominio se viene asentando en todos los gobiernos del mundo desde terminada la segunda guerra mundial. Públicamente su estrategia de dominio mundial es denunciada por primera vez en 1961 en el discurso de despedida del presidente de los EE. UU. general Dwight Eisenhower. Y los presidentes que intentaron contener sus actividades Kennedy y Reagan el primero fue asesinado y el último sufrió varios atentados, pero logro la caída de la Unión Soviética simpatizante con los sistemas totalitarios y globalistas.La mayoría de los presidentes norteamericanos han sido miembros de organizaciones secretas quienes responden a los mandatos del Orden Mundial. En Europa las monarquías y grandes capitales ingleses, alemanes y de otros países también han sido miembros y promotores de sus políticas de sometimiento de naciones a un gobierno mundial. El parlamento europeo es la evidencia.1945 - 2016 más de siete décadas han dedicado a expandir su guerra total, la que comprende la guerra económica, militar y política. Por supuesto han debido ir acomodando las estrategias de acuerdo con las necesidades, apoyaron el colonialismo y las invasiones militares y luego lo condenaron, apoyaron a gobiernos militares y luego los derrocaron, participaron en guerras y luego hicieron que los nacionales de los países objetivos guerrearan entre sí por razones políticas, religiosas o étnicas mientras ellos financiaban las compras de armas de ambos bandos y posteriormente se aprestaban a financiar a los países diezmados.Durante la gestación de las guerras, durante la guerra y en la postguerra afinaban alcanzando la corrupción de los sistemas financieros, judiciales, de inteligencia y políticos de sus países y exportaban el sistema a los países bajo su influencia. En los años 80 ya tenían la capacidad de decidir quién sería el próximo presidente, quienes ocuparían los puestos de diputados, senadores o primeros ministros y por su puesto designaban a los miembros de los gabinetes de gobierno. Esta actividad y parte de la guerra política se conducía en secreto y los pueblos al acudir a las urnas no se daba cuenta de que no elegía servidores públicos, si no a los empleados que servirían a sus explotadores. El sistema funcionó a la perfección y llegaron ellos el 1 % de la población a ser dueños de más del 90 % de la riqueza del mundo y nosotros el 99 % de la población debíamos conformarnos con menos del 9 % de la riqueza del planeta.Esto lo denuncia en el libro El Capital Thomas Piketty economista francés hace pocos años.La etapa final del plan debía crear un caos mundial de tal magnitud, que un grupo de naciones como el G7 y la Unión Europea, podrían abrogarse la facultad de declarar a finales del 2024 el establecimiento de un gobierno mundial.Para su desgracia no pudieron acabar con el remanente de generaciones que aman sus tradiciones, culturas, religiones y gustan de la libertad. Y es está generación la que harta de privaciones económicas, de falta de trabajo, de ver que su gente e inversiones abandonan el país e inexorablemente avanza la pobreza y la miseria, tiene la oportunidad de ir a las urnas y los resultados electorales son el golpe de timón que rompe la continuidad de gobiernos influyentes mundialmente como el Reino Unido y los Estados Unidos de norte a