Publisher's Synopsis
"Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a Dios" (Mt 5,8)."Esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; que evitéis la impureza, que cada uno de vosotros sepa poseer su cuerpo en santificación y honestidad, sin dejarse llevar por pasiones indisciplinadas, como hacen los paganos que no conocen a Dios. Dios no nos ha llamado a la impureza, sino a la santidad" (1 Tes 4,3-7).La castidad es la reina de las virtudes. Quien vence el vicio contrario a la castidad triunfará fácilmente sobre todos los demás; quien, por el contrario, se deja dominar por la impureza, caerá fácilmente en otros muchos vicios y será acusado de odio, injusticia y sacrilegio.Grande, pues, es la Excelencia de la Castidad; pero terrible también es la guerra que la carne declara para despojarnos de ella. Nuestra carne es el arma más poderosa que el diablo tiene a su disposición para esclavizarnos; por lo tanto, es muy raro salir ileso o incluso victorioso de esta batalla.Por lo tanto, todos los que desean conservar la virtud de la castidad deben ser extremadamente prudentes: es imposible permanecer casto si no se vigila constantemente sobre uno mismo, porque la negligencia conduce muy fácilmente a la pérdida de la castidad.Estudia, medita y practica este libro. ¡Que Dios nos bendiga!
