Publisher's Synopsis
Plotino es generalmente considerado como el fundador del llamado neoplatonismo. Es uno de los filósofos más influyentes de la antigüedad, después de Platón y Aristóteles. A la edad de 28 años, un creciente interés en la filosofía lo llevó a Alejandría, donde se convirtió en discípulo de Ammon Sacas durante 11 años. Después de eso, Plotino se dedicó al estudio de la filosofía persa e india. Permaneció en Alejandría hasta el año 243, cuando dejó la ciudad para seguir al emperador de Jordania en una expedición al este. Muerto Jordán en medio de la expedición, Plotino decide ir a Roma, donde llega en el año 244, fundando una escuela basada en las enseñanzas y ejemplos de su maestro y modelador real del movimiento neoplatónico, Ammonio Sacas.Como Sócrates, Amonio no dejó nada escrito, pero su doctrina fue difundida y perfeccionada por Plotino, al igual que antes de que el mensaje de Sócrates se hubiera eternizado por los testimonios de Platón y Xenofonte. Amonio reconcilió las ideas de Platón y Aristóteles y transmitió a sus discípulos, especialmente a Plotino, una filosofía libre del espíritu de la polémica, a veces resultante de la mera vanidad por la disputa intelectual.Después de fundar su escuela, Plotino pasó 10 años dando lecciones, sin escribir nada, por respeto a un pacto que había hecho con Erenio y Orígenes, el pagano, de no difundir la doctrina del Amonio. Pero pronto sus colegas rompieron el trato y Plotino comenzó a escribir tratados. Sus escritos fueron ordenados más tarde por su discípulo Porfirio, quien los dividió en seis grupos de nueve tratados, de donde salió el título de "Eneas", porque en griego, nueve se escriben "ennea".Estos escritos son de los más importantes que nos han llegado desde la antigüedad, junto con los diálogos platónicos y los escritos esotéricos de Aristóteles. En ellas se puede percibir la profundidad espiritual del pensamiento de Plotino, cargado de imágenes poéticas y explicaciones de fenómenos como la salida del alma del cuerpo (proyección), el análisis del uno (holos), la existencia de un mundo físico y otro espiritual, entre otros temas. Las últimas palabras de Plotino, dirigidas al médico Eustóquio, fueron: "Trata siempre de conjugar lo divino que está en ti con lo divino que está en el universo".