Pies Descalzos Un Llamado Al Servicio.

"Pies Descalzos", es una historia inspiradora la cual está basada en acontecimientos reales de indiferencia y menosprecio hacia nuestras personas en los tiempos de nuestra juventud, aunado a nuestra ignorancia e ingenuidad por el Ministerio. Es una experiencia por la cual atravesamos mi esposa y yo en los años 90's, ha sido mi inspiración y la motivación para describir como este hecho ocurrido me ha sido útil con el paso de los años para hacer una reflexión sobre el Ministerio y el servicio en la obra de Dios; y, sobre todo, en aquellos que la realizamos.
Esta historia tiene como propósito animar a aquellos que se encuentran en dicha posición de servir a los demás, para que lo hagan con amor y dedicación, sin esperar nada a cambio, sabedores que fuimos llamados para servir a Cristo por medio de los demás, sin hacer excepción de personas. Fuimos llamados para liberar de las ataduras del pecado a muchos en nuestra generación, guiándolos hacia el reino de Dios. Enseñándoles que guarden todas las cosas que Él, nos ha mandado y enseñado, para que la ignorancia y pobreza de nuestras vidas y mentes sea erradicada por completo y para siempre.

"Pies descalzos" definitivamente es un hecho imborrable en mi mente, es un escrito que nos llevará a comprender la razón por la cual Dios le pidió a Moisés que se quitara el calzado de sus pies al estar en su presencia delante de aquella zarza ardiendo en llamas. "Pies descalzos" representa comisión. Pies descalzos es una señal de asignación sobre aquellos a quienes Dios llama para la obra del Ministerio. Pues antes de comisionarte te enseña no sólo humildad, sino que, te lava los pies para que vayas a hacer lo mismo al servir a los demás.
Quizá seas pastor, o un líder servidor u obrero en tu iglesia local, o quizá, seas un congregante nada más; "Pies Descalzos" te llevará en un viaje por el tiempo en el cual te identificarás, y aun escenario por el cual Dios nos hizo pasar, para ver y vivir de primera mano los problemas que se pueden generar dentro de una iglesia, con el fin de cambiar su rumbo y traer nueva dirección hacia su propósito; trayendo nuevos tiempos y un nuevo entender en la realización de su obra. No sin antes llevarnos por una transición en nuestra manera de pensar para que podamos entender su buena voluntad, agradable y siempre perfecta.