Publisher's Synopsis
La solución al problema no puede ser otro problema.
La única solución al problema de la corrupción y el abuso de la confianza de las personas, la transparencia, el buen gobierno y la ausencia de paz y libertades es el Gobierno Corporativo como sistema, y la persona física o jurídica como ciudadano con plenos derechos, partícipe y beneficiario de la actividad y productividad de sus recursos.
Es, en esencia, el modelo más civilizado y participativo de gestión y administración de los recursos públicos y de asistencia permanente a los organismos públicos para permitir el crecimiento y un Estado que no está en un derecho interpretativo, sino objetivo, participativo e inclusivo.
En un sistema de gobierno corporativo la paz no es una opción a elegir, sino que todo se hace en paz y por la paz y para la paz, no dando opción a los actos, circunstancias u oportunidad de la violencia porque ésta no ha demostrado ser capaz de producir bienestar y prosperidad para ningún pueblo.
Además, el uso de la violencia, la represión y la opresión son precisamente signos de la necesidad de un gobierno corporativo y no represivo.
Los excesos de corrupción y fuga de capitales que cada día empobrecen más a las regiones, países y pueblos más ricos del mundo en África, Asia, Europa y América, así como en otras partes del mundo, son signos indiscutibles de la necesidad de un gobierno corporativo.