Publisher's Synopsis
El origen de la idea que llevó a Robert Koch al descubrimiento del agente causal de la tuberculosis (TB) en 1882 surgió al concretar la idea de obtener la bacteria que estaba ocasionando la enfermedad inoculándola en animales, aislando posteriormente el mismo microorganismo. Ahora es razonable pensar que si la bacteria encontraba su hábitat natural en el organismo de un ser vivo, el origen de ese microorganismo era en ese mismo medio ambiente que necesitaba para sobrevivir y multiplicarse. Diferentes especies del género Mycobacterium han emergido a lo largo de la historia y condiciones ambientales específicas han condicionado cambios en su evolución, la bacteria ha mostrado tener la capacidad de adaptarse a su medio ambiente ante condiciones adversas. Es responsabilidad del médico apoyarse en laboratorios clínicos que desarrollen un buen seguimiento en cada caso, realizando baciloscopías, cultivos y pruebas de sensibilidad, desde que se tiene contacto con un nuevo caso de TB, apoyando al médico a dar un tratamiento certero y oportuno, ser partícipe en que al paciente se le otorgue un buen servicio para el control de la enfermedad propiciándole una mejor calidad de vida.
