Publisher's Synopsis
Durante la Segunda Guerra Mundial la República Mexicana contribuyó a alimentar a la insaciable maquinaria de guerra del Tercer Reich con toneladas de materias primas y metales estratégicos que fueron enviados primero legalmente y posteriormente de contrabando a través de los puertos de Veracruz y de Tampico.
El petróleo que vendió el presidente Lázaro Cárdenas a la Alemania de Hitler desde abril de 1938 se trasladó al puerto de Hamburgo, donde estaba la refinería más grande del Tercer Reich llamada Eurotank.