Publisher's Synopsis
Mucho ha avanzado en los últimos años el interés y los recursos pormejorar nuestro estado de salud físico y mental, y también el social, ya sea a título individual ya sea a título global, esto es, respondiendoa estrategias planificadas a medio y largo plazo, tratando de crearhábitos saludables que se afiancen en la persona y por tanto en lasociedad. Estas estrategias se dirigen a todos los grupos de distintaedad de la población, y responden tanto a actuaciones puntuales quebuscan cambios rápidos como a otras que se espera calen poco apoco. Políticas que pretenden mejorar la salud general luchandocontra el consumo del tabaco, por ejemplo, conviven con otrasestrategias para disminuir el número de personas con sobrepeso uobesas, especialmente entre la población infantil. Ciertamente en lospaíses desarrollados se han superado patologías de tipo infeccioso, derivadas de carencias nutritivas, etc., pero aumentan las que tienensu origen en los excesos y desequilibrios derivados de una vida en laque el sedentarismo, el consumismo, el estrés, etc., parecen estarimponiéndose. Y uno de los remedios que nunca falta en estaspolíticas o estrategias a las que antes aludíamos es la práctica deejercicio físico, la realización de una actividad física o deportivafrecuente que nos haga estar más en forma, sentirnos mejor yrelacionarnos más con los demás.El abandono de hábitos perjudiciales para la salud y la adquisición dehábitos saludables se muestra como la mejor opción a la hora decontar con una sociedad más sana y despierta, más integrada yparticipativa. Para ello es muy importante la formación y lainformación de esa sociedad, dotarla de las oportunidades y losrecursos necesarios para perseverar en esa actitud positiva y puedapasar a la acción, y una vez alcanzado este nivel de convencimientoy participación, animarla para que pueda mantener esos hábitos quecontribuirán a la mejora general de la misma.
