Publisher's Synopsis
No atender a la obligación legal de facturar y por ende, abonar una factura sin IVA, es un fraude, ya que no se paga el impuesto que establecido por ley. Aunque el consumidor final tiene pocas probabilidades de que Hacienda descubra la compra irregular, el delito se comete por ambas partes: tanto quien vendió y no facturó, como el que compró infringen la ley. Otra razón para abonar el IVA, fuera de términos legales, es la obligación ética de los ciudadanos para con el Erario Público. Cuanto más básica es la necesidad de un producto, menor es el IVA que se le aplica.