Publisher's Synopsis
Jose Ortega Munilla, hijo de José Ortega Zapata, originario de Valladolid, y de María del Pilar Munilla Urquiza, de Extremadura. El padre era miembro del partido moderado y ejercía un cargo importante en la administración colonial cubana, aunque su principal actividad era el periodismo. Niño aún, la familia se trasladó a Madrid, por lo que el futuro escritor se consideró siempre madrileño. Ortega Munilla inició sus estudios en los Seminarios de Cuenca y Gerona, que abandonó al estallar la revolución de 1868 para iniciar los de derecho. Por aquel entonces era un joven inquieto que compartía el espíritu progresista de la Revolución. Fue redactor de La Iberia, órgano del partido de Práxedes Mateo Sagasta. Con su amigo Miguel Moya fundó la revista literaria La Linterna y publicó también con él un periódico taurino, El Chiclanero. Por su obra literaria formó parte de la generación realista del 68, comulgó con la filosofía positivista y las corrientes krausistas y se convirtió en defensor del naturalismo en literatura. Empezó a redactar una sección, "Crónica semanal", en Los Lunes de El Imparcial. El 9 de junio de 1881 se casó con una hija del fundador de El Imparcial, Dolores Gasset y Chinchilla. De este matrimonio nacieron 4 hijos: Eduardo, que murió exiliado en Caracas en febrero de 1965; Rafaela, que falleció en 1940; Manuel, el autor de la Biografía de El Imparcial, muerto en septiembre de 1965; y el más conocido, José Ortega y Gasset, el filósofo que murió en 1955. Ortega Munilla fue elegido miembro de número de la Real Academia Española en 1902, e ingresó con un discurso sobre Ramón de Campoamor; si bien empezó como colaborador del diario Los Lunes de El Imparcial, pasó a trabajar en la sección literaria del diario, el más prestigioso de su época y que había sido fundado por su suegro, Eduardo Gasset, monárquico liberal, y más tarde pasó a dirigirlo. Fue uno de los gestores del trust, y protector del diario El Sol, sometido a la influencia cultural de su hijo José Ortega y Gasset. Convirtió su cadena de prensa en el trampolín para los escritores de la generación del 98 que empezaban a abrirse paso: Azorín, Pío Baroja y Valle-Inclán.