Publisher's Synopsis
En el frío Nueva York, una mañana de noviembre de 1891 un entusiasta joven cubano caminó las polvorientas calles de la ciudad para conocer a José Martí, al despedirlo en su oficina, el magnánimo maestro se inclino -ante el que después llegaría a ser general en la guerra necesaria-, a sacudir el polvo de los zapatos. Es frecuente escuchar que llegamos al mundo sin nada y de igual manera partimos, pero sin dudas, los objetos utilitarios, ornamentales como simples recuerdos de ocasión nos acompañan durante grandes trechos en el trayecto de la vida. Venga estas páginas, al lector atento a los detalles, para descubrir nuevas e inesperadas aristas a la hora de observar esos silenciosos acompañantes, especialmente de las damas de una familia cuyo tronco proviene de Enrique Loynaz del Castillo, autor del himno invasor, padre de artistas y ciudadanos de la más alta estirpe de la cubanía. Dígase Loynaz, y se nombra a una familia pilar de nuestra nacionalidad, que le legó a la patria: heroísmo, honor y cultura.Norge Sánchez