Publisher's Synopsis
La primera imagen no es la más antigua. Es la que, una vez revelada, rompe el curso del tiempo, creando un antes y un después, obligándonos a cambiar la mirada sobre la historia y también sobre el futuro de nuestra humanidad.
Este fue el efecto que produjo la publicación en 1880, por Sanz de Sautuola, del primer estudio de arte rupestre paleolítico: el del techo decorado de la cueva española de Altamira, en Cantabria.
¿Hemos comprendido ya el significado y la importancia de esta primera imagen? ¿Qué consecuencias tiene para nuestras construcciones históricas (Prehistoria, Antigüedad) o disciplinarias (Arte, Filosofía)? Estas son las preguntas a las que esta obra, que pretende hacer accesible el arte de las cuevas decoradas, simplemente se esfuerza en responder.
Pensada para un público amplio, este libro presenta, en el apéndice, un directorio de museos y sitios especialmente originales, accesibles en Francia, España y Portugal.