Publisher's Synopsis
El discurso actual, tanto el social como el que se manifiesta en algunos medios psiquiatricos, nos empuja a negar el cuerpo como superficie del lenguaje del sintoma. El cuerpo seria asi solo un objeto biologico o un conjunto de organos susceptibles de ser educados o reeducados. El libro de Fernando Vicente, que no solo esta dirigido a los profesionales de la salud mental, nos transmite, a traves de su recorrido, otras vias para escuchar y acoger los sufrimientos que las diversas patologias psiquiatricas nos muestran, lo que puede llevarnos a evitar caer en un realismo patologico donde casi ninguna posibilidad existiria para quienes sufren una alienacion psiquica y social cronica. La apuesta que aqui se nos presenta es saber si queremos, a traves de nuestra palabra y sobre todo de nuestra escucha -acompanadas ambas de nuestros testimonios profesionales- que la cronicidad patologica y mortifera sea una realidad inevitable o mas bien una situacion dinamica y siempre posible de mejorar. La tesis principal del autor es que la palabra, ademas de presentarse como el principal recurso para gobernarse en sociedad, es tambien el mejor alimento que podemos ofrecer al psicotico. Algunos lo encontraran obvio, pero la palabra es un bien fugitivo que se nos escapa de continuo. Hablar es dificil, pese a su aparente sencillez, dejar hablar es aun mas complejo, y hacer hablar a quien tiene dificultad para hacerlo puede llegar a ser una tarea en el limite de lo posible. No obstante, basta mencionar el concepto palabra para cortar por la mitad la psiquiatria. Se sostiene que desde que Freud propuso que el delirio no era tanto un deficit como un intento autocurativo, la psiquiatria quedo dividida en dos: una, cientifica o biomedica, que reniega de esa posibilidad y apunta al cerebro como unico escenario causal y terapeutico, y otra, mas decidida y arriesgada, mas arrojada al hombre y a la vida, que senala directamente al sujeto. Fernando Colina