Publisher's Synopsis
Lorena Barradas Moctezuma nació, el 29 de junio de 1963 en la ciudad de Xalapa Veracruz, estudió la Licenciatura en Derecho, en Administración de Empresas y Relaciones Internacionales, la Maestría en la Investigación de la Educación Superior, el Doctorado en Educación y en Derecho, así como ha asistido a Diplomados, Cursos y Especialidades en calidad de Ponente y Asistente. Cuenta con una experiencia de más de 30 años en el ejercicio de su profesión como Licenciado en Derecho y como Maestra de tiempo completo en el Nivel Medio Superior y Superior en el Estado de Veracruz, así como también es catedrática en Universidades de prestigio, en Maestrías y Doctorados dentro y fuera del país. Autora del libro Mi Hijo y el Amor Responsable, actualmente bestseller internacional. No debemos dejar de manifestar que cuando nos referimos a la Antesala del Infierno nos referimos al sufrimiento que es el dolor que sentimos como padres al darnos cuenta que nuestros hijos que también lo sienten son presa de las adicciones a través de la ingesta de sustancias prohibidas y conductas inadecuadas y damos inicio a la peor película de terror que hemos visto en nuestra vida pero en esta nosotros formamos parte no solo de la trama sino también de los personajes asumiendo un papel protagónico tal vez el más cruel que nos puede tocar vivir en el seno familiar al lado de nuestros hijos. A quienes no hemos formado con valores para poder hacerle frente a las adicciones que es una enfermedad que no solo demerita la salud física de nuestros hijos sino también la psicológica y nos enferma a nosotros también siendo presas ambas partes del sufrimiento, del miedo y de un recrudecido dolor que nos lleva a adoptar el resentimiento como mecanismo de autodefensa ante decisiones equivocadas no solo de nuestros hijos sino también de nosotros mismos. Hemos llegado a decir algunas veces que el miedo es la ausencia del valor y lo es porque como padres de familia nos ha faltado el valor para poner límites o reglas adecuadas con sus respectivas sanciones para guiar a nuestros hijos correctamente. El dolor y la culpa se convierten en actores protagónicos en la vida familiar aniquilando la fortaleza que como padres debemos tener para enfrentar las adicciones de nuestros hijos, así como para aceptar su enfermedad sin ser presos de la vergüenza y la desesperación por ocultar las conductas inadecuadas de nuestros hijos dentro y fuera de la familia en virtud de que no sabemos cómo enfrentar con entereza, dignidad y con conocimiento las situaciones que se nos presentan siendo presos en la familia de las adiciones de nuestros hijos ya que nuestros hijos carecen de valores, nos encontramos con miedo para aceptar las situaciones que nos son adversas, nos invaden las emociones y la culpa, nos conmiseramos los unos y los otros asumiendo la lastima además de agregarle el ingrediente de la codependencia. Vivir en un espacio común denominado familia que es la célula fundamental de la sociedad sin saber establecer jerarquías, poner límites y establecer sanciones es abrir la puerta a la disfunción familiar y sobre todo recibir a la enfermedad de las adicciones con una gran fiesta sin darnos cuenta ya que pensamos equivocadamente que al consentir a nuestros hijos y darles a manos llenas les demostramos cuanto los queremos pero el precio que pagamos los juguetes de moda, por los teléfonos celulares, Tablet, computadoras, consolas de videojuegos, se torna barato o económico porque lo que tendremos que pagar para curar las adicciones de nuestros hijos y sus consecuencias será demasiado caro no solo en económico sino en sufrimiento, dolor y tal vez con la perdida de la vida de lo que más amamos en nuestra condición de padres de familia a nuestros hijos. Si bien es cierto que no es fácil ser padres no menos cierto es que podemos hacerlo más fácil si establecemos como eje rector en nuestras relaciones familiares a el Amor Responsable o Amor Verdade