Publisher's Synopsis
Imagino que todos los que fuimos niños en algún período del siglo veinte en cualquier lugar en donde la obra KIM de Rudyard Kipling tuviera existencia en nuestro idioma, conocimos a Kim e hicimos de él nuestro amigo imaginario. Recuerdo las referencias a Kim en los grupos de Scouts en México, con o sin implicaciones directas en las actividades de grupo pero que después eran vivamente comentadas por los niños. Yo misma fui seducida por esa incansable imaginación, creatividad para las cosas más ordinarias, alegría en medio de la pobreza y mentiras deliciosamente locas del diablillo Kim.
Por todo esto y por el avistamiento de lo que tuvo que ser una magnífica vida adulta, presento a mis lectores esta memoria mía de la gran novela de Kipling.