Publisher's Synopsis
¿Hombreriego es también el hombre nuevo?El mundo real también abarca el plano de la ilusión, de la fantasía y pienso que lo que da apariencia real a este cuento no es su contenido, sino la sutileza con que está contado. Nos dice Raúl Hernández Pérez en "La historia de Alber" uno de los cuentos que forma Hombreriego. Aunque serían más esperables las formas Hombriego y hombriega, es más normal el uso de Hombreriego y hombreriega u otras alternativas como ninfómano o ninfómana, hombre de vida alegre o mujer de vida alegre, hombre ligero de cascos o mujer ligera de cascos no reflejan exactamente el sentido que se busca. No tienen tampoco el mismo sentido expresiones peyorativas como golfo y golfa, puto y puta, o putón, putón verbenero o putón desorejado, salvo que en el contexto pierdan su carga peyorativa. Y es que los cuentos de Hombreriego están llenos de alusiones polémicas a la actualidad de una Cuba desconocida para muchos, ausente en las crónicas periodísticas. En ellos el autor se entrega a una protesta radical a todas las instituciones y ataca los males sociales que envenenan las almas, al nacionalismo que lleva al crimen, el revanchismo de un proyecto social y económico fracasado. Son cuentos crueles escritos con valor -como pocos- en un trabajo verdadero de desmitificación. Una vez que entramos a ellos se descorren las cortinas que esconden la existencia de una sociedad deshumanizada, la incomunicación, la irrisoria existencia larvaria de algunos de los seres humanos que la forman, sus personajes se arrastran, jadeando, entre suplicios de la nada hacia la muerte. Hombreriego perturbará el confort moral e intelectual de algunos lectores, a otros los obligará a actuar de una forma u otra. Cualquier cosa es mejor que la indiferencia del rebaño que llevan al matadero...o a las urnas. Eduardo René Casanova EaloEditorial Primigenios