Publisher's Synopsis
PALABRAS PARA VIVIR Dalmiro Durán Unir VOCES, ODAS, POESÍAS Y CANTOS en torno a la palabra del otro no es nada fácil y, al contrario, supone acercamientos paralelos -incluso, desde la distancia- que delatan un lugar común: provenir de almas que transitan con sus sentires con la propia libertad de los dioses, pero aferrados a la tierra de las propias pisadas... Así uno se encuentra de golpe en esta trayectoria alrededor de "Fragancia de Olvidos", sumergido en esas distintas expresiones que vienen a dibujar el mundo de la palabra más allá del simple conformismo y del pasar como simple transeúnte frente a lo cotidiano que hace que muchos y muchas se conviertan en enigmas, al tirar sus memorias sobre un piano que ni siquiera la melancolía lo roza. No se trata solamente del reconocimiento crítico al amigo o al colega escritor, sino más bien se trata de decirle al mundo que Guillermo Beltrán Villanueva construye frases, proverbios, parábolas y versos, que bien pudiesen enhebrar el camino hacia otro mundo posible al lado del arte como posibilidad cierta de creación y libertad... Hablar en estos tiempos de amor, poesía, tatuajes, metáforas, etc. es atreverse a cuestionar y tan sólo eso, hace libre a cualesquier conciencia que asume -poniendo en duda a la acostumbrada lucidez-, que no se puede pasar distantes -con pesadas bandejas de tristezas- al lado de los latidos que se clavan en las retinas con sus ansias de descifrar el olor a ojos cultivados... y el POETA Guillermo Beltrán Villanueva así lo decidió hizo suyo a plenitud y con respeto el canto supremo de Machado sobre aquel "...se hace camino al andar"... y con estas obras lo demuestra con creces. Leí, por ejemplo, en "Poemas en Guijarros" lo siguiente: "Cómo no amar la nitidez de tu sonrisa si en cada brisa de tu aliento estás tú"... y allí encontré parte del eslabón perdido: lo sublime está en la piel y es tarea de los ojos hacerlo poesía y, sobre todo, si la encomienda está pensada en una MUJER que al danzar demuestre que la palabra la torna humedad... Y estoy convencido que desde allí también se cumple lo que pudiera ser la manifiesta intención de todas estas notas sobre la obra poética y/o filosófica del amigo poeta sobre el que estamos reflexionando -humildad, por delante-: no permitir que desde alguna de esas noches que predestinadas a perderse en los insomnios se crea que son de soledades los libros amontados en los armarios con largos inviernos de polvos sobre sus carátulas y se olvide que sus guiones se escribieron sobre el cuerpo arqueado de la mesera con voz de altiplano. Así me imagino la obra de Guillermo Beltrán.
