Publisher's Synopsis
En Espejo de Isla, igual que en todos los libros anteriores de la poeta, hemos vuelto a encontrar esa vibrante arteria por la que discurren los objetos llamados a conceptualizarse por sí solos, mediante el don de ser nombrados, desenvueltos y puntuales como si exprimieran, ad libitum, sabe Dios qué esencias. "La mano que ha escrito esto/viene del reino de lo minúsculo;/cestos, baúles, tazones, /morteros, cuchillos, /algunas letras.../Benignas sierpes/enroscadas en un mapa de venas...". Con el trazo certero, limpio, sin registros altisonantes ni abstracciones de embeleso, Lídice va entretejiendo la impronta de ese reino de lo minúsculo desde el cual proyecta reafirmarse en su propia galaxia interior, sublimada progresivamente por la naturaleza de todos los entes que le rodean.Lídice busca la culminación en el desciframiento de sus entrañas líricas. No en balde este poemario representa una especie de soliloquio en el que ella dialoga incesantemente consigo misma. Rumias de largo aliento y sintético planeo. Resumen de transparencias, finura, lucidez. Develaciones entre líneas que remiten demasiado frecuentemente al breviario de intimidades, siempre con la nostalgia por delante o por detrás o en el trasfondo. "Fugacidad es todo lo que tengo, (y/ una gran codicia de profundidades) ...". Sencilla, mucho más que simple (como livianamente la proclamó Brummell), la elegancia se atomiza en Espejo de Isla sustentada, ante todo, por el modo en que su autora concibe la absoluta libertad creativa y la independencia estilística.
José Hugo Fernández. Miami, febrero de 2022.