Publisher's Synopsis
En los años 70 muchos deseaban la muerte del general Franco, sobre todo los que lo acusaban de haber sido un dictador y de haber suprimido las que ellos llamaban libertades. Al fin le llegó la hora, al general, como nos llegará a todos, y aquella gente dio un suspiro de alivio y nos vendió la idea de que desde aquel momento, con la recién estrenada Democracia, todo sería 'el mundo feliz'. En cierto sentido lo ha sido, el mundo feliz socialista que en los años 50 nos había descrito Aldous Huxley en su libro inmortal. El mejor de todos los mundos posibles, como había dicho otro filósofo antes que él. Pero pasados ya 40 años a la vista está en que ha quedado aquella utopía. La corrupción más desenfrenada, que ha llegado a afectar incluso a algún miembro de la casa real, la injusticia social más extrema, la falta de esperanza a corto plazo, la desaparición de los valores, el disparate y el desorden. Con razón muchos añoran hoy aquellos tiempos de Franco.
