Publisher's Synopsis
Profundos pensadores como Aristóteles, Kant, Hegel, Spinoza y Descartes, le llenaban a Unamuno de desconfianza. Poco valor le adscribe al conocimiento. Muy al contrario: lo ataca. Pero lo que más le sacaba de quicio era la arrogancia del cogito de Descartes, así como el ateísmo de Spinoza, y demostraciones geométricas de su Ética. Para Unamuno "La verdad es que la razón es enemiga de la vida." "¿Hasta dónde llegamos con el conocimiento?" Él pregunta: "El fin del hombre es la creación de la ciencia, para catalogar el universo, por lo que puede ser entregado de nuevo a Dios a fin de....," responde a sí mismo citando un pensamiento de uno de sus novelas. Concluyendo que el hombre de pensamiento de la razón y la sabiduría no es la verdadera criatura que Dios creó, sino más bien una sombra-un simulacro; en cambio, postula que el hombre que agoniza sobre una base diaria y que anhela la inmortalidad es la creación de Dios.