Publisher's Synopsis
En Agosto de 2013 estando en Caracas, Venezuela durante un proceso de documentación y al borde de la desesperación debido a que me encontraba en un proceso bastante complicado donde estaba tramitando mi documento de identidad el que duró aproximadamente de 8 a 9 meses porque los funcionarios encargado decían que yo no calificaba para adquirir dicho documento debido a que ellos entendían que no eran suficientes las pruebas que tenia sino que había que demostrarle a ellos que realmente yo nací allí y hasta el momento ellos con todos los requisitos reunido, no lo aceptaban para ellos simplemente yo no era la persona original y por tal motivo no me querían cedular; Entonces fue allí donde creyendo que para mí no había solución luego de tantos entrabamientos con respecto al tramite de mis documentos; Sin esperanza alguna solo con Dios y como de costumbre en esos momentos, cuando uno cree que Dios hizo silencio cuando en realidad no es así sino que nos dejamos cegar tanto por la situación que nos olvidamos de su existencia aún más, nos olvidamos de su fiel palabra echando a un lado las promesas hechas a nuestras vidas.
En ese preciso momento, Dios habló a mi vida, no cuando Él se quiso hacer sentir sino cuando yo permití escuchar su voz que siempre estuvo hablándome, pero las adversidades me tenían cegado, lo que me hizo recordar el relato de Pedro en aquel momento cuando se hundía mientras caminaba dirigiéndose al Maestro en lo sobrenatural y es que es allí que aun viviendo las experiencias, sabiendo, entendiendo y reconociendo en que roca esta fundamentada nuestra fe, flaqueamos, y nos empezarnos a hundir... y es válido empezar a hundirse, lo que no es correcto es dejarse ahogar por las situaciones al contrario, es allí cuando el Señor Jesús te dice: "Estoy aquí, reconoce tu condición, extiende tu mano y cree en mi"