Publisher's Synopsis
Does a “perfect assassination” exist? Perfect crimes are the ones we never hear about. Crimes involving a double affront to their victims where we couldn’t have known leaves their closest relatives, helpless and disheartened at the destruction. “Thou shall not kill,” is present in all civilizations as a fundamental premise, and perhaps the only one absolutely necessary for coexistence between humans. The majority of these crimes are considered perfect solely because of the incompetence of the investigators. With detention techniques, no crime, regardless of how well-planned, always leaves the possibility of impunity; it’s almost impossible not to leave something amiss. In the stories told in this book, the evidence will expose the mistakes made in the seemingly perfect crimes. As Sherlock Holmes knew and Dr. Watson narrated, “The most common crimes are often the most mysterious because of the lack of characteristics in which to draw deductions.” After reading some examples from this book, you will be able to verify that the most famous detectives had reasoning.
¿Existe el «asesinato perfecto»? Los crìmenes perfectos son aquellos de los que nunca oiremos hablar. Crìmenes que suponen una doble afrenta a las vìctimas, aunque éstas ya no puedan saberlo, o a sus parientes más próximos, impotentes y descorazonados ante lo que supone la quiebra del mandamiento «No matarás», presente en todas las civilizaciones como premisa fundamental, y quizás la única absolutamente necesaria para la convivencia entre humanos. La mayor parte de los crìmenes perfectos son obra del azar o de la incompetencia de los investigadores. Con las técnicas de detección actuales ningún crimen, por bien planeado que esté, tiene aseguradas todas las posibilidades de impunidad; es casi imposible no dejar fisura alguna. En las hisorias narradas en este libro, las evidencias dejarán al descubierto los errores del crimen aparentemente más perfecto, pero como ya sabìa Sherlock Holmes y narró el doctor Watson: «El más vulgar de los crìmenes es, con frecuencia, el más misterioso, porque no ofrece rasgos especiales de los que puedan extraerse deducciones». Si leen algunos de los ejemplos de este libro, comprobarán que el famoso detective tenìa razón