Publisher's Synopsis
Haber vivido en Playa Larga fue la mejor experiencia que tuvimos. A cinco metros del mar, del sonido adormecedor de las olas, de la diversión que traía la pesca, esconderse en el monte, levantar las piedras para capturar cochinillas ¿Y qué podría contar sobre cazar cangrejos o caerles atrás a los hurones? Para los amigos del barrio como Arley, Alexis, Yordani, mi hermana y yo, corretear sin zapatos, solo con los trajes de baño y perseguidos por Dinky, mi perro, nos hacía sentir los niños más libres y felices del mundo. Eso sí, escuchar el grito ensordecedor de nuestras madres cuando caía la tarde y no aparecíamos por ningún lugar era como escuchar el timbre de la escuela. Si no estábamos a tiempo cinco minutos después, nos cogía el castigo. Por supuesto que eso ponía en riesgo la diversión del próximo día.