Publisher's Synopsis
Escribí este ensayo adaptando el libro "Dialéctica erística o el arte de tener razón, expuesta en 38 estratagemas" de Arthur Schopenhauer. En este libro el filósofo Alemán del siglo XIX da una serie de recomendaciones para ganar discusiones sin importar si se defiende la verdad o no. He querido adaptar este libro a la actualidad porque tenga la triste impresión que la mentira le está ganando la batalla a la verdad gracias a que estas estratagemas son usadas constantemente por los líderes de nuestra sociedad. Por eso adaptaré algunas de las estrategias del mentiroso en este ensayo de forma lúdica y en un vocabulario práctico, simple y directo.Tengo la esperanza de que quienes lean esta adaptación puedan recibir algo de luces para detectar mentirosos logrando así equilibrar en algo la balanza. Espero finalmente que se cumpla esa frase que tanto me gusta de Edmund Burke "Para que triunfe el mal, basta con que los hombres de bien no hagan nada". Sin el ánimo de autodefinirme como representante del bien, lea esta guía y mucho del mal de este mundo liderado por mentirosos no tendrá tierra fértil donde crecer.Para no herir a ninguna persona ni herir susceptibilidades he decidido llamar "Mandinga" al personaje principal de este libro. "Mandinga" es el nombre que se le da popularmente en Chile al Diablo, Belcebú, Lucifer o el Demonio. El Mandinga se asocia al arquetipo del mentiroso o embustero. Por otro lado, y con el fin de ayudar a detectar las características del mentiroso, diré que el Mandinga es el representante de un tipo de raza humana, los ángeles caídos.El término raza es utilizado para hacer definir grupos con características hereditarias comunes en los que se subdividen algunas especies animales, e insisto que los mentirosos son una raza. Dado que la raza de una persona se puede observar en base a las diferencias culturales como su lengua, religión, costumbres, etc.En efecto, el Mandinga y toda su raza tienen características culturales comunes. La lengua de los mentirosos tiene patrones muy claros que trataré de exponer en este ensayo. Aunque pueden "decir" profesar una religión, en lo único que creen es, a mi parecer, en sus propias mentiras.