Publisher's Synopsis
Carmen Almeida Agudín (1954) empezó a escribir de muy joven para conocerse a sí misma y
reflexionar sobre el mundo que la rodeaba. Era un ejercicio de honestidad intelectual, una
forma de conversar consigo misma, sin mentirse, sin caretas, sin poses, sin remilgos. Si bien, al
principio, no compartía sus escritos, aprendió a guardarlos en su baúl de los recuerdos y
recurrir a ellos cuando se entregaba a la soledad. Y así fue como muchos años después
desempolvó los versos de su primera juventud y los fusionó con sus relatos de la edad madura.
Entonces, se atrevió a pensar en publicar con la esperanza de compartir experiencias y tocar
almas ajenas. Así nació Amores, andares, vivencias.
danza transgeneracional en la que lo vivido por nuestros antepasados sigue presente
todavía en nosotros. Nuestra existencia se convierte en la prolongación de la estela
que nuestros ancestros dejaron a lo largo de su paso por nuestro mundo. De esta
manera, la vida viene a ser la convergencia de una especie de obra inconclusa en la
que cada generación escribe su parte.