Publisher's Synopsis
A mis lectores: Como podrán observar durante la lectura, en este poemario se pone de manifiesto mi amor por la tierra que ha quedado atrás, la añoranza por mi familia y los lugares favoritos que frecuentaba, así como el dolor por la ausencia de mis padres, quienes, tristemente, ya no están más para recibirme a mi llegada. {...} Mientras exista esa casita verde/ donde el eco de las voces de mis viejos/ se acerque a mis oídos/ regresaré a lo que fueron sus predios {...} El leitmotiv del mar asoma tímidamente, como testigo milagroso que acaricia mis días, para ponerle esa pequeña chispa azul que humedece mis poros, como para dejar constancia de mi pertenencia a esos lares que han sido parte de mi Universo.Se observa, además, una profusión de sentimientos contradictorios, en los que se vislumbra ese dejo de nostalgia que nos transporta hacia un mundo imaginario, pero que a la vez es real.Por fin he vuelto al mar que es mi refugio/ juego con sus azules / me sumerjo una vez y otra en sus aguas/ limpio mi cansado cuerpo/ despejo los laberintos de mi mente/ para volver a ser yo.También hago alusión al proceso de transculturación que sufrimos los emigrantes al venir a otra tierra, donde incorporamos nuevas costumbres y comenzamos a ser personas diferentes, mezcla de dos culturas e idiomas que nos hacen ciudadanos del primer mundo. {...} Somos hijos del viento/de la fragua de dos culturas. Hablamos dos idiomas/ y sufrimos de impotencia /cuando escuchamos las voces/ que en lontananza claman en el desierto: / Dios mío, Dios mío, por qué nos has abandonado. El sentimiento de libertad se hace presente, para ponerle un tinte de singularidad al parafrasear a Facundo Cabral en el estribillo del siguiente poema: No me pregunten de dónde soy/porque no soy de aquí ni de allá/ ni de nada ni de nadie/ ni de ningún lugar. Mediante imágenes poéticas y recursos como la sinestesia, dejo escapar el deleite espiritual que me produce el recuerdo de lo que fue cotidiano y que ya no es real. Llamarada de limón y manzanillaque huele a humo y carcome los pómulos con su voz de acero {...} Y ya, por último, la preocupación por el futuro y el devenir del tiempo, expresado con sencillez y claridad: Cuando sea vieja y no piense/de acuerdo con los tiempos que corren/tengan paciencia y callen;/ el silencio es amor.Con este lenguaje coloquial simple y sencillo, aunque no exento de lenguaje poético, en que se desgarra mi alma por la pérdida de los míos y la añoranza de mi tierra, quiero entregarles a ustedes, lectores, a quienes, por supuesto también va dedicado este librillo, lo mejor de mis sentimientos de poeta. Así, sin hermetismos ni disfraces, con el deseo de que no sea trabajoso recibir el mensaje que les llega a través de las alas de una golondrina que ha viajado en pos de sus anhelos.María Josefa Reyes