Publisher's Synopsis
Sea en diálogo con su propio interior, o con su hermano, o con el que se inventa a sí mismo, o con todos juntos y a la vez, Abel desgrana en versos memorables la angustia que va experimentando ante el paso del tiempo, el cual no pasa sino arrastrando a los que pasan en busca de la eternidad, que no está más allá ni en ninguna otra parte, como nos gusta creer, puesto que la eternidad no es nada. Lo eterno se resume en lo que siempre es, tal como nos vienen advirtiendo desde Platón, dado que el tiempo es la imagen móvil de la eternidad, y la movilidad temporal se contrapone a la inmovilidad de lo eterno: Apenas deja margen para que las cosas/ sigan su camino y la luz continúe llegando/ a los rincones donde las dudas se acumulan como/ cucarachas. Sí, como esos bichos eternos...
José Hugo Fernández, Miami, abril de 2023