Publisher's Synopsis
Este libro está destinado a dar una descripción completa y sucinta del monumento más antiguo y más grande del hombre intelectual, en particular de los descubrimientos y afirmaciones recientes con respecto a él. Si la mitad que los investigadores eruditos y científicos alegan respetar la Gran Pirámide de Gizeh es cierta, es uno de los objetos más interesantes de la tierra y debería atraer la atención universal. Ha sido pronunciado sin vacilar, y tal vez sea, "el descubrimiento más importante hecho en nuestros días y en nuestra generación". Simplemente como un logro arquitectónico, este pilar misterioso, de la época de Alejandro Magno, ha mantenido su lugar a la cabeza de la lista de "Las Siete Maravillas del Mundo". Pero, bajo las investigaciones y estudios de matemáticos, astrónomos, egiptólogos y teólogos, Últimamente se ha hecho que asuma un carácter mucho más notable. Se han desarrollado hechos y coincidencias tan numerosos y extraordinarios, que algunas de las mentes más sobrias y filosóficas se han sorprendido por ellos. Verdaderamente parecería como si estuviera a punto de probarse como una especie de clave del universo, un símbolo de las verdades más profundas de la ciencia, de la religión y de toda la historia pasada y futura del hombre. Así, por lo menos, muchas personas competentes se han visto obligadas a considerarlo, después del examen más minucioso que los aparatos de la ciencia y la inteligencia modernas han podido proporcionarle. Particularmente en Escocia, Inglaterra y Francia, el tema ha suscitado un gran interés. A él se le han dedicado numerosas obras y tratados, la mayoría voluminosos, costosos y doctos, y no sin una marcada y seria impresión. S t. se habrá alcanzado el objetivo principal del autor. El interés despertado por las conferencias en su presentación oral durante el invierno pasado, y las numerosas solicitudes para conseguirlas impresas, también fomentan la creencia de que, con las notas y ampliaciones añadidas desde entonces, tal vez sean aceptables y sirvan para un buen propósito. Por lo tanto, con la esperanza de contribuir así en algo al avance de la ciencia correcta, la verdadera filosofía y un cristianismo adecuado, el autor adjunta estas hojas a la prensa y a un público agradecido e indulgente.