Publisher's Synopsis
"Escribo estas líneas en la víspera de superar la segunda oleada de COVID-19 que asola al género humano. Una pandemia que ha puesto contra las cuerdas los logros tecnológicos, materiales y económicos de nuestra especie..."Millones de seres humanos deben enfrentar un virus tan antiguo como los eones, ridículamente primitivo en su estructura genética pero mortalmente eficaz en su función. ¿Pero cómo lo enfrentamos emocionalmente? ¿Hemos logrado cuidar el cuerpo, pero el alma se ha enfermado ante el aislamiento físico, el "lockdown" involuntario y la soledad donde debemos convivir solo con nosotros mismos, tan o más terrible todo esto que la peor de las plagas?Los sabios y los artistas que nos han precedido pueden ofrecernos una vacuna eficaz para los dolores del alma que afloran durante este aciago periodo. Es el caso de esta esmerada traducción del primer volumen dedicado al manual de bellísimas alegorías humanas realizado por los afamados artistas franceses del siglo XVIII Gravelot y Cochin, quienes a través de su exquisito ingenio nos permitirán reflexionar con profunda sensibilidad nuestra vida deleitándonos con grandiosas representaciones de las virtudes, los vicios, las estaciones del año, los muchísimos aspectos del carácter y las cualidades más sublimes de nuestro espíritu. Vendrá Hercules en nuestra ayuda para recordarnos la importancia del coraje; nos cuidaremos de la dulce pero engañosa flauta de la adulación y distinguiremos la brillante grandeza de la benignidad; autores y pensadores clásicos hablarán con nosotros a través de hermosas alegorías que representan a la castidad, la ciencia, el arte militar, la danza; nos horrorizaremos al ver representados a la maldad, la discordia, el odio, el fanatismo ciego o la ferocidad; nos reiremos viendo a burros, monos, cabras, cuervos, cerdos o cocodrilos utilizados para mostrar nuestros humanos defectos... En resumen, gracias a esta obra excelsa tendremos oportunidad de aprovechar en beneficio nuestro las horas difíciles de este momento histórico en compañía de estos fabulosos grabados morales, fieles espejos de nuestro ser, y salir renacidos habiendo usado provechosamente cada segundo en mejorarnos.Como señala el traductor: "el arte tiene un objeto modesto en apariencia, pero excelso en realidad: conmover nuestro ser, y a través de ello recuperar nuestra humanidad, volvernos sanamente sensibles, inspirarnos a lo elevado y confirmar que el arte, como la filosofía, en su supuesta inutilidad demuestran ser verdadera ancla de salvación en estos momentos turbulentos, alienantes y angustiosos".