Publisher's Synopsis
Así como el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, escribió el 16 de Mayo del 2013 en su cuenta de Twitter: "El noventa y siete por ciento de los científicos están de acuerdo en que el cambio climático es real, provocado por el hombre y peligroso", el título de este libro extrae la idea de ese famoso tweet, porque la realidad es que no hay un consenso del 97% de los científicos respecto a que el cambio climático sea provocado por el hombre y peligroso, aunque así se haya anunciado durante décadas por los principales medios de comunicación de forma constante y continua, lo cual la ha convertido con el tiempo, sin que nos demos cuenta, en una verdad incuestionable aceptada por la mayoría de la población.La teoría del calentamiento global o ahora llamado cambio climático, es simplemente uno de los dogmas de una agenda globalista impuesta por entidades supranacionales para conseguir sus objetivos, y realmente es esta agenda la que es real, provocada por el hombre y peligrosa.A menudo se tilda de negacionistas a las personas que no creen en la teoría del calentamiento global peligroso, o de conspiranoicos a los que creen en la existencia de un Nuevo Orden Mundial impuesto a las naciones, pero la verdad es que la existencia de esta agenda y sus no muy buenas intenciones están cada vez más fuera de debate. Así pues el famoso multimillonario, David Rockefeller, miembro de varias entidades globalistas fundadas en el siglo XX, entre ellas el Consejo de Relaciones Exteriores, el Club Bilderberg y la Comisión Trilateral afirmó en su libro de memorias publicado en el año 2002: "Algunos me acusan de trabajar contra Estados Unidos y de ser internacionalista habiendo creado una política y economía global mundial, no sólo me declaro culpable de ello sino que me siento orgulloso". Así pues de esta afirmación sacamos dos ideas básicas: la primera es que la agenda globalista existe, y segundo que va en contra de los intereses de las naciones soberanas, lo cual por supuesto indica que sus intenciones no son muy buenas.Por si no fuera suficiente prueba de la existencia de la agenda globalista, en el año 2020 en la web del Foro Económico Mundial se ha publicado abierta y ampliamente sobre la necesidad de un Gran Reseteo mundial político, económico y social, obviamente impuesto sin contar con la opinión de los ciudadanos de a pie, y la necesidad de aprovechar la crisis de la pandemia del Covid-19 para impulsar todavía más este gran reinicio impuesto.Además del calentamiento global provocado por el hombre, en la agenda globalista existen otros dogmas con el fin de conseguir sus objetivos, como el aborto, la eutanasia, la migración masiva y descontrolada, la legalización del comercio, tráfico y consumo de la droga, etc. que principalmente responden a dos objetivos de la agenda globalista: la reducción de la población mundial especialmente a través de la promoción del aborto y de la eutanasia, y la progresiva erosión de los valores de las naciones democráticas occidentales como la familia, la cultura e identidad nacionales, y el vaciamiento de la soberanía del poder y autoridad de los gobiernos nacionales que se transferirán a entidades globalistas, por ejemplo a través de la migración masiva y descontrolada o de la legalización del tráfico y consumo de la droga. Se podría pensar que estas élites que están imponiendo esta agenda tienen en el fondo buenas intenciones, ya que el aborto, la eutanasia, ideología LGTBIQ+, etc. son defendidos como derechos humanos de las personas; sin embargo estas élites no están realmente interesadas en la defensa de estos derechos, sino solamente en lo que pueden conseguir con ellos: subvertir el orden político, social y económico de las naciones para poder justificar y conseguir un nuevo orden mundial impuesto. Así pues la prueba de que las intenciones de estas élites no es realmente la defensa de estos derechos, es que intentan imponer una agenda