Publisher's Synopsis
"La Conspiración que no pudo silenciarme"
es una historia de resistencia, lucha y verdad. Enfrentado a una red de traiciones y manipulaciones, el protagonista descubre hasta dónde pueden llegar aquellos que desean ocultar la realidad. Entre estrategias legales, dilemas éticos y la lucha contra la injusticia, esta novela nos sumerge en un laberinto de poder, corrupción y coraje.
Una historia basada en hechos reales con tintes de ficción que demuestra que la verdad, aunque intenten enterrarla, siempre encuentra su camino.
El Castañar de Villaluz despertaba con la bruma acariciando los tejados de teja rojiza y el sonido distante de las campanas de la iglesia marcando el inicio de la mañana. Fran tomó su café con la serenidad de quien ha vivido lo suficiente para no temerle a la rutina, pero con la tensión de saber que algo, en lo más profundo del pueblo, se estaba gestando en su contra.
Había aprendido a leer entre líneas las miradas esquivas de algunos vecinos. Las conversacionessusurradas en las esquinas. Los silencios cómplices de quienes antes lo saludaban con cordialidad y ahora evitaban su mirada. Algo estaba cambiando en El Castañar de Villaluz, y Fran, con su instinto afilado por los años de estudio y experiencia en criminología, sabía que el peligro acechaba.
No tardó en recibir la primera señal clara. Una nota anónima, deslizada bajo la puerta de su despacho, con una caligrafía temblorosa pero decidida:
"No eres bienvenido". Sabemos lo que tramas. No te equivoques, esto no es una advertencia. Es el principio del fin.
Fran giró el papel entre sus dedos, analizando cada trazo. No le sorprendía que no hubiera firma; los cobardes rara vez dejaban rastro. Exhaló con resignación y dobló el mensaje con calma, guardándolo en el bolsillo de su chaqueta.
Mientras tanto, en "El Refugio", el bar donde los secretos se tejían entre vasos de anís y tabaco barato, Jacinto Vega se inclinaba sobre la mesa de madera carcomida por los años. A su alrededor, los doce conspiradores asintieron con rostros graves mientras el "gnomo" -como algunos lo llamaban en secreto- trazaba la siguiente fase del plan.
-Ese Hidalgo se cree intocable -dijo Jacinto con una sonrisa cínica-. Pero no hay hombre que no tenga un punto débil. Y nosotros, amigos míos, vamos a encontrarlo.
El Castañar de Villaluz, 2004. Las primeras luces del amanecer coloreaban denaranjas y rosas el horizonte montañoso. Fran observaba por la ventana de su despacho, sintiendo un peso creciente en el pecho. Había llegado al pueblo en 2002 con la esperanza de hallar tranquilidad, pero dos años después, su vida se había convertido en un tablero de ajedrez donde cada movimiento debía ser calculado.
El sobre con la nota anónima seguía sobre su escritorio. Lo había leído una y otra vez, buscando pistas, pero la caligrafía no le daba nada. Fran no era un hombre que se dejara intimidar fácilmente, pero sabía que aquello era solo el principio. Si los trece habían comenzado su juego, él tendría que estar listo para la batalla.
La primera estocada no tardó en llegar.
El reloj marcaba las diez de la mañana y en la escuela del pueblo, la maestra Elena Campos se paseaba entre los pupitres, con su tono habitual de autoridad desbordante. Sus lecciones, más que una enseñanza, parecían un adoctrinamiento en su visión del feminismo radical. Señalaba con su regla al aire mientras hablaba con vehemencia.
-Las mujeres han sido oprimidas por siglos y es nuestro deber cambiarlo. Vosotros, los niños, debéis aprender a no replicar las injusticias de generaciones pasadas -decía, mientras algunas niñas asentían con orgullo y algunos niños bajaban la mirada, incómodos con el tono severo de la profesora.