Publisher's Synopsis
Memorias de la reconocida autora mexicana, salpicadas de nostalgia por el tiempo pasado y de reflexiones sobre la consciencia del presente.
Desde la casa donde nació, los juegos de calle durante su niñez, la música que ha servido como banda sonora de su vida hasta los movimientos sociales y el ataque terrorista contra las Torres Gemelas -que le tocó presenciar -, Laura Esquivel, la autora mexicana más leìda en el mundo, nos enseña a través de un colorido mosaico de escritos lo que sus ojos vieron, las cosas de las que ha sido testigo en sus 72 años de vida.
Son trece entregas que resultan por partes iguales un vìnculo a nuestra historia, celebración de nuestras tradiciones, un comentario social y la narración de emocionales recuentos de las memorias de Laura y toda una generación.
En un constante vaivén que oscila entre si todo pasado es mejor o si vivir el presente es aquello que nos sublima como seres humanos, la autora de Como agua para chocolate nos confirma lo que sì ha comprobado: siempre es más bello contemplar con el alma que con los ojos.
ENGLISH DESCRIPTION
The memoirs of the renowned Mexican author, Laura Esquivel, sprinkled with her nostalgia for the past, but centered on her hopes for the present times.
From the house she was born in, the street games of her childhood, and the music that played as a life soundtrack, to various social movements and the World Trade Center terrorist attack-which she witnessed-Laura Esquivel, the most-widely read Mexican author in the world, shows us, through a colorful mosaic of stories, what she has seen with her own eyes, what she has witnessed in her 72 years alive.
Thirteen renditions that are equally a link to our history, a celebration of our traditions, a social commentary, and an emotional recounting of Laura's memories and those of an entire generation.
In a constant sway oscillating between the idea that the past is better or that living in the present is what sublimes us as human beings, the author of Like Water for Chocolate confirms what she has found to be true: it is always more beautiful to gaze with your soul than with your eyes.