Publisher's Synopsis
El "viejo y venerado" maestro Próspero dirige un discurso a sus jóvenes alumnos con motivo del fin de cursos. Pero, ¿por qué el título de la obra? "Ariel, genio del aire, representa -en el simbolismo de La tempestad de Shakespeare- la parte noble y alada del espíritu. Ariel es el imperio de la razón y el sentimiento sobre los bajos estímulos de la irracionalidad; es también el entusiasmo generoso, el móvil alto y desinteresado en la acción, la espiritualidad de la cultura, la vivacidad y la gracia de la inteligencia, el término ideal a que asciende la selección humana, rectificando en el hombre superior los tenaces vestigios de Calibán, símbolo de sensualidad y de torpeza, con el cincel perseverante de la vida." La inolvidable lección da principio con las palabras de Goethe "sólo es digno de la libertad y la vida, quien es capaz de conquistarlas día a día para sí", y el maestro Próspero las fortalece y amplía al decir que "el honor de cada generación exige que ella (la libertad) se conquiste por la perseverante actividad de su pensamiento, por el esfuerzo propio, y por su fe en determinado ideal; para lo cual es necesario, primero, la fe en nosotros mismos".