Publisher's Synopsis
Dios ha impreso en la conciencia del ser humano un deseo a la perfección que lo mueve a hacer cambios en su vida, a veces muy radicales. Llena está la historia de personajes cuya conducta cambió, para bien, de modo repentino y portentoso, como: Pablo de Tarso, Agustín de Hipona e Ignacio de Loyola. Pero para el común de las gentes, es un cambio paulatino, lleno de tropiezos, caídas y retrocesos; es un cambio sin término, que toma toda la vida. Si la justicia humana no acepta como excusa para un delito argüir la ignorancia de la ley y el ciudadano se esfuerza por conocerla para evitar infringirla, con mucha mayor razón toda persona que se considere seguidora de Jesucristo, debe también esforzarse por conocer la Ley de Dios, ya que obedecerla lo llevará a una Vida Santa. Leyendo este libro puede conocer un poco más sobre las virtudes y las bienaventuranzas que debo practicar y el pecado que debo evitar. Un primer paso para responder a este llamado a llevar una Vida Santa, consiste en examinar con mucho detalle, como lo hago en este libro, mi vida, mi conducta, para determinar cuáles son los cambios que debo emprender y cuales los daños al prójimo que debo reparar o compensar. Aproveche la lectura de este libro, para examinar su propia vida en profundidad, sin excluir ninguna etapa, por dolorosa y vergonzosa que sea; déjese llevar por el Espíritu Santo que estará invitándolo a convertirse, a cambiar y también a sanar heridas emocionales. Me atrevo a creer que este libro puede ser una buena guía para esa conversión de vida que nunca termina. Para iniciar este proceso de conversión, de cambio de vida, necesito encontrar, tener una razón fuerte, de peso, que me mueva a emprender el camino que me lleve a una Vida Santa. La encontrará en este libro basado en las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia Católica y en los capítulos finales de la carta de San Pablo a los Romanos.