Publisher's Synopsis
El argumento de la Sonata de estío es, en apariencia, sencillo, pero se va complicando hacia el final, que nos presenta un problema de interpretación. Podríamos describirlo como una historia de amor con tres fases definidas: la seducción, la separación y la reconciliación. Esta vez, acompañamos al Marqués de Bradomín, en sus años mozos, en un viaje marítimo que empieza en Londres y termina en las costas de México. El propósito de esta "romántica peregrinación", que sin duda invoca el modelo de la conquista española de México en el siglo XVI, es olvidar "ciertos amores desgraciados", de los que poco más se dice, pero también es la ocasión, como siempre que se trate del Marqués, de hallar un nuevo amor: el que desarrolla, apenas haberla visto, por una hermosa criolla llamada Niña Chole, a quien Bradomín decide seguir por todo el país, si es necesario, con tal de seducirla y hacerla suya. Muy pronto, al llegar al convento de las santiaguistas, logra su ansiado objetivo; entonces la Niña le revela que ella anda huyendo de su padre (y amante), el general Bermúdez, un temible militar que sería capaz de matarlos a los dos si los sorprende juntos. Esta noticia, lejos de amedrentar al Marqués, estimula su sed de aventuras, y lo impulsa a proponerle a la Niña Chole que huyan juntos de las garras de su, ahora, común perseguidor. Al parecer el Marqués se haya inspirado después de haber dado muestra de su coraje, al defender, en el mismo convento, al famoso bandolero Juan Guzmán, jefe los míticos plateados, en un arranque quijotesco que le gana una reputación de valiente, en alguna medida socavada por el hecho de que la Niña tiene que ofrecerles dinero a los perseguidores de Guzmán, para que los dejen tranquilos y no maten al Marqués.