Publisher's Synopsis
Abel German sigue jugando bajo protesta con su poesía que es más del cerebro que del corazón, pero que tiene momentos muy líricos -En muchas ocasiones en el comienzo de los poemas. Y lo hace con unos textos polisémicos; o sea, que admiten varias lecturas.
De nuevo cuestiona a Dios y a cualquier todopoderoso, es lo que llaman la unidad entre forma y contenido... De nuevo hace un uso del símil muy eficaz. Y aparecen las cuatro paredes -y una sola pared- otra vez, según el símbolo. Y el recurrente "factor" pájaro y pájaros. De nuevo reniega e insulta (como digo, bajo protesta) apoyándose muchas veces en la parábola, la alusión y una metáfora vigorosa. De nuevo los títulos de los poemas, de los que tienen título, claro, juegan un papel definitorio. Hay fragmentos y versos que tienen independencia, vaya, que se "van" del poema digamos y, al menos yo, los disfruto como algo aparte.
La poesía de Abel German, al sacar la cuenta total, no es coloquial por ese asunto del lirismo que decía. (Parece que está hablando al lector, pero no es coloquial). Creo que por esto y por su manera de enfrentar la vida, que, según él, ni siquiera es vida, y tiene razón, su poesía merece un estudio a fondo, prolijo. ¿Pero quién lo realizaría? Esa es la tragedia de nuestros días, que ya casi nadie dedica ensayos a la poesía...ni a nada...
Félix Luis Viera