Publisher's Synopsis
La conocida frase que reza 'una imagen vale más que mil palabras', es cierta en la mayoría de las circunstancias, aunque no envuelva toda la verdad. En ésta obra, desde la perspectiva de la política, nos ocupamos de la verdad de la imagen que circunda al Estado, la que emana en su entorno, con un discurso claro que procura develar al lector cómo la imagen es una herramienta de precisión, cuya utilidad depende de quien la manipule. Aquí se evidencia como las mil palabras que reemplazan una imagen, en la política han de redefinirse porque ésta no se limita a la simpleza de una imagen gráfica, la propia imagen es un concepto abstracto que es en sí una forma de comunicación, que conduce un mensaje cubierto con muchas capas de interpretaciones, pues existe como una de infinidad de formas para tergiversar las palabras. La era tecnificada en que vivimos, le permite a cualquiera perturbar la política al fusionar elementos dispares en una imagen, que no siempre dice la verdad, porque su fuente vive en la cara oculta de la luna, emite sus mensajes desde ahí, aunque a veces, a esa fuente se le puede ver cuando camina por la cara iluminada y en ese momento, casi siempre es tan luminosa que no permite reconocer su verdadera identidad. Por todo esto y un poco más, es que el Estado debe explorar su imagen para evitar ser víctima de su propia creación.
