Publisher's Synopsis
A medida que las farmacéuticas y tecnológicas se benefician de la pandemia del COVID-19, se están violando los derechos de privacidad a través del monitoreo de personas, mientras que el derecho a rechazar una vacuna puede estar en peligro si se dictamina que es por el bien de las personas.
Al mismo tiempo, los medios que deberían promover el derecho a la libertad de expresión y cuestionar las decisiones del gobierno están abogando por eliminar dichos derechos. A través de la búsqueda de una vacuna, la inmunidad natural al virus no sucederá, lo que segura más pandemias en el futuro. Pero eso significa que es necesario repetir el uso de vacunas una y otra vez, lo cual es una buena noticia para las compañías farmacéuticas. Sin embargo, ¿será bueno para las personas? Se suponía que las vacunas antiCOVID-19 nos darían libertad y volveríamos a nuestra vida cotidiana como en 2019, es decir, sin tener que usar mascarillas ni quedarnos en casa: todos gozaríamos de libertad, sin importar nuestro estado de vacunación. Todo era una ilusión, un espejismo. Seguimos con la exigencia del uso de mascarillas, incluso para las personas vacunadas, atribuyéndose la decisión a las diferentes variantes del virus. Es mas, hemos llegado a la obligatoriedad de la vacuna y a la exigencia del "Pasaporte COVID"